viernes, 3 de junio de 2011

PRODUCTOS 11 Y 12. NARRATIVA Y PREGUNTAS

NARRACION.
En un paraje que parecería remontarnos a las épicas batallas de los cruzados, lleno de pinos, abetos y demás árboles de confieras, un poco inclinado y con un aire lúgubre que indicaba que algo muy terrible estaba por ocurrir, se alistaban algunos soldados improvisados al escuchar las arengas de sus superiores. El sonido del trajinar de las lanzas y del acero de las bayonetas en conjunción con los cascos de los caballos, otorgaba al ambiente una atmosfera belica que en unos minutos mas ensordecería a los ahí presentes.

Aproximadamente a las ocho de la mañana del glorioso día 30 de Octubre de 1810, las huestes dirigidas por el generalísimo de América, Don Miguel Hidalgo y Costilla se aprestaban a protagonizar una encarnizada batalla por la supremacía en contra de los contingentes realistas que encabezaba el teniente Torcuato Trujillo, indiscutible militar de carrera leal al gobierno virreinal. El lugar donde tendría su acción este cruento enfrentamiento se llama el Monte de Las Cruces o simplemente las Cruces, enclave circundante con el Valle de Toluca y a unas cuantas leguas de la capital de la Nueva España, la ciudad de México.

Ambos comandantes sabían de la importancia de ganar esta batalla, para Hidalgo significaba el concretar el objetivo principal del movimiento independentista, que era tomar la capital del Virreinato y con ello dar fin a la guerra, por su parte, los realistas sabían que podían replegar y contener al furibundo ejercito insurgente y salvaguardar la integridad de la ciudad, pavorosa de lo que hace más de un mes había pasado en Guanajuato, a la espera del auxilio de las legiones poderosas adiestradas por el implacable Felix María Calleja del Rey.
Después de la lectura de un discurso elaborado ex profeso para la ocasión por el Virrey Francisco Xavier Venegas, en donde instaba a los soldados fieles a la corona a proteger con su vida y con su sangre las conquistas que por más de 300 años habían forjado la gran tradición victoriosa del imperio español, se ordeno el avance de las tropas hacia el campo abierto, custodiadas por  una línea de artillería que contuviera a los insurgentes. En superioridad númerica que no de sentido bélico, 80,000 hombres se dirigían en columnas de artillería, infantería y un minímo de caballería, delante de estas columnas iba un grueso de lanceros indios a quienes Hidalgo encomendo el honor de abrir la batalla, pues era por ellos por quienes se luchaba tan ansiosamente por la independencia.
Los estruendos de los cañones se dejaron sentir de ambos bandos, en un principio reino la confusión entre los independentistas cuando los indios lanceros huyeron horrorizados a los primeros estallidos y ver como sus compañeros caían muertos o mutilados. Ignacio Allende, quien desde en un principio estuvo en desacuerdo con Hidalgo en enviar a los inexpertos al frente, ordeno que la artillería envolviera en una semicircunferencia a los españoles, mientras arropados por los cañones, nutridos contingentes liderados por Aldama  y Jímenez caían furiosamente sobre los infantes peninsulares. Los cañones de la insurgencia aniquilaron por completo los flancos de caballería que intentaban formar un cerco sobre los seguidores de Hidalgo y esto finalmente desconcerto al bando enemigo, que ni aún con su tradición vencedora tricentenaria, ni con un Torcuato Trujillo queriendo emular a Julio Cesar, de quien era profundo admirador, pudieron finalmente evitar la derrota más bochornosa de las armas ibericas en tierras novohispanas.
La retirada de los peninsulares no pudo ser más humillante, Trujillo tuvo que huir hacia la capital, flanqueado solo por unos maltrechos soldados, mientras un desconcertado Virrey Venegas no daba crédito al parte que el teniente derrotado le entregaba. El miedo y la incertidumbre se apodero de la ciudad, las reminiscencias de las atrocidades cometidas por las hordas de hidalgo se hicieron presentes y no dejarían en paz a los habitantes de la capital por mucho tiempo.

 PRODUCTO 12
¿Cuáles son los resultados favorables de una buena narración?

Si esta dirigida a los alumnos, sería captar la atención de estos, despertar emociones, desarrollar la imaginación y fomentar la curiosidad de saber más y acudir a otras fuentes para adentrarse un poco más en la temática, cuando los niños pueden elaborar conocimientos históricos como la ubicación temporal o espacial o el desarrollo de otra habilidad histórica, entonces el objetivo de la narración se cumple al ser una representación que sirve de puente entre el alumno y la abstracción histórica.

 ¿Qué función juega la narrativa en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Historia?

Cognitivamente sirve como una representación de un concepto abstracto de la historia, es decir, un concepto ya digerido que no indigeste a nuestros alumnos, si se me permite senda analogía. Entonces, la narración permite en primera instancia concretizar un hecho histórico de tal modo que el alumno construya imaginativamente ese hecho al escuchar el relato presentado.

¿Cuáles son las competencias que se ponen en práctica al desarrollar un texto narrativo?

La competencia redactora, es decir, elaborar textos escritos que sean producto de un analisis y de una síntesis; que sea coherente en la estructura de sus ideas y que comunique realmente el hecho histórico asequible para los educandos.

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